El olor y sabor de los plátanos y papas fritas recordarán a la persona que endulzó mis mañanas e infancia todo eso vivirá conmigo el resto de mi vida pero ya sin poder besar y acariciar cada arruga de tu hermoso rostro como lo hice hace unos días querida abuelita, te recordaré con amor. Tú fuiste ese ángel que me guió que me cuidó tú me amaste con un amor incondicional ese amor que solo las madres lo tienen quizá cometí muchos errores, quizá fui buena o no tan buena pero tú siempre me amaste, aveces cerca aveces lejos pero siempre en mi corazón todo lo que sembraste en mi se quedará para siempre. Ser nieta es tener el cielo que te abrace y te consienta, porque mi abuela fue un ángel en todo momento. Agradezco a Dios por esos 94 años que te tube gracias por dedicar tu vida en mi con tus consejos y cuidar de mi sueño tantas noches y años y pedirle a Dios por mi cada día. No hay papel ni tinta sufiente para escribir todo lo que significaste para mi te recordaré por siempre Tu hija tu nieta Yazmin. La familia siente una irreparable, perdida porque ha sido el tesoro más preciado de nuestra infancia. Una mujer maravillosa, una excelente hija, madre, tía, abuela y bisabuela, que estuvo siempre a ayudar y extender su mano a quién más lo necesitaba. Su herencia ha sido tan inmensa porque predico siempre con el ejeplo. Hablamos de la mentora de los más bonitos y tiernos recuerdos que conservamos de nuestra infancia, de su peculiar fragancia a dulce y sus cabellos trenzados y canosos de su manos arrugadas a fuerza del trabajo y el tiempo. Fue una luz en nuestras vidas que iluminó y guió a cada integrante de la familia el camino hacia a Dios, su fidelidad, constancia y entrega y adoración le caracterizaron a los largo de los años. Madre de siete hijos nos enseñó que en medio de las dificultades su fortaleza y valentía era inagotable, porque al correr de los años perdió a cuatro de sus hijos y un bisnieto; siempre mostrando su amor y respeto a la voluntad de Dios, nunca renegó ante las adversidades siempre estuvo dispuesta a luchar por el bienestar de sus familiares y en medio de los problemas aún con una edad avanzada oraba de rodillas, cantaba alabanzas con voz aguda y placentera. Presto su hogar para iniciar un ministerio, el cual continúa predicando el evangelio. Hacía amistades fácilmente su amabilidad y sonrisas eran características frecuentes. Siempre brindó buenos consejos predicaba el amor de Dios con el ejemplo. Y aunque nos hará una enorme falta recordaremos siempre los desayunos por la mañana. Nos deja un formidable legado que al ponerlo en práctica cada día la recordaremos siempre con nostalgia y alegría. Recordaremos y guardaremos en nuestro corazón el calor de sus abrazos, los cuidados y caricias el sonido de sus risas y palabras como yo te quiero y te extraño. Agradecemos a Dios por prestarnos una hermosa mujer que lleno nuestras vidas de bonitas enseñanzas y hermosos recuerdos. Hasta siempre abuelita Tina.
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